LAN Argentina ofrecio a sus empleados unas vacaciones diferentes. Les propuso escapada a Salta para hacer un circuito en bicicleta por la zona de Cachi.
Nos encontramos por la noche en el aeropuerto y comenzamos a conocernos y a hablar acerca de la travesía que afrontaríamos el día siguiente. Estaban todos muy entusiasmados y mostraban preocupación acerca del nivel de intensidad del circuito.
Bien temprano por la mañana los pasamos a buscar por el Hotel Portezuelo. Subimos el Cerro San Bernardo para poder contemplar una de las mejores vistas panoramicas del Valle de Lerma.
Fuimos hasta Piedra del Molino, ubicada a 3.3448 msnm y desde ahi comenzamos a pedalear hasta el pueblo de Cachi.
El día estaba extraño, rápidamente las nubes subieron y nos encontramos en una neblina fria. Al rato, comenzo a soplar un viento muy fuerte que hacia cada pedaleo un verdadero desafio.
El grupo reaccionó bien, todos estaban decididos a completar la primer jornada y no estaban dispuestos a darse por vencidos. El punto mas desafiante fue afrontar la Recta de Tin Tin, una larga y empinada recta que cruza el Parque Nacional Los Cardones.
Finalmente, superado el obstáculo de esta recta, comenzo el descenso hasta el pueblo de Cachi, donde nos recibieron tan amablemente como siempre en el hotel LLaqta Mawka.
Tuvimos un pooco de tiempo para darnos una ducha y descansar algo. A las 21:00 hs. nos encontramos para salir a comer. Todos querian probar las famosas comidas regionales del norte de Argentina como las Empanadas, Locro, Humitas y Tamales. Por supuesto que un vino salteño y una cerveza Salta no podían faltar en la mesa.
A la noche invitamos a los que todavía tenían fuerzas para seguir en pie a hacer una caminata nocturna al mirador, un lugar hermoso que se veía curiosamente más bonito debido a la luna llena que nos acompaño.
Cada uno tenía una historia para contar, algunos quierian hacer asustar a los mas miedosos con historias de espiritus, y lo lograron!
Al otro día una espesa niebla se posó sobre la Cuesta del Obispo, lo que hizo imposible que la bajemos en bicicleta, pero esto no importo, el grupo no paró de divertirse y de disfrutar cada centimetro de camino recorrido.
En definitiva, fue un viaje entre amigos que se tomaron un descanso relampago de la voragine de la ciudad de Buenos Aires y puedo asegurar que dificilmente puedan olvidar los momentos compartidos entre una buena mountain bike y buenos amigos.
Nos despedimos en el aeropuerto intercambiando algunos regalos y prometimos volver a hacer otro viaje pronto...
